
Su abogado, Emilio García, incidió en que entre las pruebas de la acusación nunca se presentó el garrote con el que supuestamente golpeó a Hernández y que “nunca se ha constatado ni su grosor, ni su tamaño ni su material, por lo que no puede ser considerado como un agravante”.
La enemistad entre ambas partes se evidenció, ya que el alguacil fue despedido y readmitido en el consistorio y, mientras una de las testigos aseguró que el denunciado acudió al ayuntamiento y amenazó al primer edil de entonces y a los trabajadores, el acusado dijo que era falso.
Además, V. F. afirmó que Hernández “siempre me amenazaba con despedirme sin darme dinero y me mandaba subir a palmeras de ocho metros”. Para el exalcalde, “es una pena que esto haya pasado en un pueblo como Geldo”. H
Fuente: elperiodicomediterraneo.com
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